martes, 19 de febrero de 2013




He estado posponiendo este post durante unos cuantos días para ver si había alguna ventana que se pudiera abrir y entrara algo de aire fresco sobre el tema de mi recuperación pero lamentablemente no ha sido así. He probado todos los tratamientos posibles y que están al alcance de mi mano. Me he gastado unos cuantos euros en el intento, incluso llegando a inyectarme fectores de crecimiento como última opción pero no ha surtido nada efecto. El último recurso es la operación, he leído bastante sobre ello y casi nadie la recomienda a no ser que seas un atleta profesional que te dediques a ello así que ya no me queda mucho más que hacer.

Me he metido en el lento aparato de la seguridad social para ver a dónde llego y si hay alguna otra espectativa pero dudo mucho que me digan algo diferente a lo que ya he escuchado. Mi fascitis es ya crónica y con ello tengo que vivir. He salido dos o tres veces a correr con un máximo de 40 minutos pero las molestias los dos días siguientes son considerables así que me temo que se acabó todo lo relacionado con planes de entrenamiento, maratones y demás. Me tendré que conforar con salir algún día para matar el gusanillo y poco más. De todos modos no tiro la toalla; sigo haciendo ejercicios de fortalecimiento de sóleos, tobillos y planta del pie para ver qué pasa, y si no puedo correr pues me meteré caña con otro deporte (la cuestión es no estar parado).
Que sepáis que sigo leyendo muchas de vuestras entradas y que seguiré de cerca vuestras andanzas porque me encanta todo este mundillo y, sobre todo, porque... ME GUSTA CORRER