Satisfacción

Comiendome un plátano tras la maratón. Tengo cara de cansancio pero de tremenda satisfacción

Acabó la Semana Santa, terminaron las procesiones y vuelta a la normalidad o casi porque tengo una semanita de vacaciones todavía.

Ha pasado también una semana desde Mapoma y el sentimiento que tengo ahora mismo es de satisfacción personal. Tras tantos años corriendo y compitiendo en carreras sentía que me faltaba algo. Escuchaba a compañeros y amigos historias acerca de los maratones que habían corrido, las sensaciones que habían tenido y las anécdotas que les había pasado y yo me quedaba callado con cara de asombro ante las cosas que me contaban.

Quería sentir lo que ellos ya habían sentido, saber lo que pasaba al cruzar la linea de meta de una maratón, poder contar historias de lo que me había pasado y por fin puedo hacerlo. Es como si se me hubiera quitado un peso de encima tras haberlo conseguido, llevaba 15 o 16 medias maratones, y muchas más carreras en otras distancias pero sentía que no era un corredor "de verdad". Me daba igual terminar una maratón en 3 horas o en 5 horas porque sólo quería acabarla y ya lo he hecho.

Esta mañana he salido tras una semana parado y ha sido genial; llovía, hacía viento pero me ha dado igual; he hecho un camino que lo habré recorrido más de 100 veces durante mis años de corredor, pero hoy ha sido diferente, ha sido especial; he corrido con la satisfacción de haber logrado algo que llevaba un tiempo pensando pero no me había propuesto aún: terminar una maratón. Esa satisfacción que tengo ya no me la quita nadie.